Un tabaquito, por favor. Luego de follar, por mucho que te moleste, te corte el rollo y termine de desengañarte. Mientras paseo por tu casa y el humo te desdibuja la sonrisa que te provocan las tonterías que te digo. En la terraza del departamento que compartes con malas universitarias, para dejar el rastro del Marlboro en las braguitas de todas vosotras, y las tuyas principalmente. En la cocina, cuando tú preparas cangrejos y demás mariscos o cuando yo te preparo algo de comida española. ¡Después de dar buena cuenta de nuestros platos! Acodado en la ventana de tu habitación, un domingo tan triste como todos, pensando en que pronto la voy a joder más contigo y me dejarás porque ya no te haré más gracia. Para inspirarme y explicarte una de las películas que casi te obligo a ver, para construir una bonita escena. Para alejarte un poco y por fin leer sabiendo tu presencia cercana. Para seguir escribiéndote notas tan estúpidas, que dejo en los bolsillos de tus jeans como un billete que habías dado por perdido. Para que me quieras tan estúpido, amazona mía.
[Me tendrías que haber permitido fumar.]
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